El Camino de Santiago, de las estrellas o incluso dicen algunos que de la vida. Un sin fin de paisajes para el alma, de pequeñas experiencias que van haciendo el camino más importante que la meta.
Huellas de pasos que se pierden y vuelven a encontrar. Contrastes de emociones, de dolor, de alegría, de calma, de reposo, de colores, de olores.
Y sí, Instagram forever. Eso sí, con un buen calzado y a ser posible, sin llevar la Nintendo Ds encima XD.
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